Por. José A. Montoya Oni Shangó y Tata Nquiza. Iniciado 1960 Casualidades o realidad – Los que creemos en la existencia de los espíritus, sus apariciones y misterios, jamás podemos dudar de las cosas extraordinarias que pasan cuando de los espíritus se tratan, igual que existen personas con una historia espiritual increíble, por esas razones les contaré dos historias de mi vida que son reales, nada de falacias ni inventos, tal y como ocurrieron. En la sierra cristal en Cuba
A la edad de 11 años en 1967 y debido al comportamiento mío no muy ortodoxo como estudiante, me pusieron a estudiar por primera vez en una escuela taller, mis padres se mudaron a la ciudad de Holguín desde la Habana, ellos se a la casa de mis abuelos en esa ciudad, me pusieron aprender mecánica en un taller en la calle progreso “El taller soviético” y estudiaba por la noche en una escuela cercana, a los dos meses me enviaron junto a otros muchachos a “Los hoyos de San Lorenzo” en la sierra cristal segundo frente a recoger café, aquello era el infierno pintado de verde, un día me fugué del lugar junto a otro muchacho, ambos nos perdimos en la selva desorientados, y tras 5 días perdidos y ya en mi caso muy enfermo con neumonía doble y una fiebre horrible apareció en la sima de una de las lomas que casi alcanzábamos y yo ya no podía avanzar, apareció un hombre parado allí, vestía unos pantalones bombache, unas botas altas casi hasta las rodillas acordonadas, no recuerdo la camisa, llevaba un sombrero de ala ancha, el otro muchacho comenzó a gritar por ayuda, el hombre nos observaba, entonces llegó otro, un negro vestido semejante pero montado en un caballo, el hombre blanco desapareció y el hombre del caballo nos rescató de la hondonada aquella, nos llevó a una cabaña de yagua y guanos, nos dio alimentos y agua, y nos señaló la ruta para llegar al poblado de Bayate, allí escondidos tomamos una Guarandinga hasta limonar y una Guagua a Guantánamo y otra a Santiago y otra a Holguín, ya en Holguín me ingresaron en el hospital Lenin hasta que me recuperé, de in inmediato me llevaron a la Habana. Ya en La Habana En 1976 y 9 años después, en una misa espiritual entró un espíritu por medio de una muchacha presente, y dijo, Yo me llamo José y me dicen el jamaicano, y vengo darle un recado a José, y se dirigió a mí, me dijo “Yo soy quién te salvó en la sierra, y quiero que vallas y busques este lugar, y dibujó el sitio cerca de Bayate, allí hay enterrado algo para ti, y honra al amo Céspedes que te encontró, varios hermanos de palo monte se ofrecieron a ir, y viajé al sitio, se trataba de un árbol frondoso que no recuerdo de qué tipo era, escarbé entre las raíces cómo me indicó, y encontré un macuto dentro de un porrón de barro, aún lo tengo, un experto en California me dijo que data de unos 150 años, indagamos con los lugareños sobre el tal José que le decían el Jamaiquino, nos dijeron que se trataba de un aparecido (Espíritu) en esa zona y que fue un Mambí, según decían los abuelos de ellos de las tropas de Carlos Manuel de Céspedes que era Mayombero y fue asesinado junto al mártir de la independencia, y que sólo aparecía cuando alguien estaba en apuros junto al que fuera su amo y jefe revolucionario ¿Una prueba de algo que nadie conocía? Sólo aquel muchacho que jamás volví a ver y Juan Salas que viajó conmigo a desenterrar él Macuto. Segunda prueba, Santa María del Rosario en la Habana. Tras haber sufrido un accidente de tráfico muy grabe y recuperarme, yo estaba sirviendo el SMO, me ubicaron en la unidad especial de comunicaciones en Santa María del Rosario unidad 4790 AAA. Un día escapado y tratando de reentrar a la unidad venía una patrulla militar y me adentré en unos marabúes, allí dentro me encontré unas ruinas de piedras muy antigua, me llamó la atención, pero a la vez no le di importancia. Recuerde esto de las ruinas. Yo partí a estados Unidos en 1980 y en 1996 me regalaron una película cubana titulada “La última cena” mientras más veía la película más me llamaba la atención su contenido, (Vea esa película) se trababa de la primera matanza de esclavos en Cuba llevado a cabo por un conde, el conde de Bayona, en un trapiche de su propiedad, en mi visita a Cuba en 1999 le dije al chofer que me llevaba a todas partes en Cuba Marcelino que me llevara a buscar un lugar en las lomas de Jaruco, pensando que allí se trataba la historia, porque en la historia se habla de un esclavo que fue el único que jamás fue encontrado por los rancheadores y sus perros, dicen que se convertía en todo tipo de cosa, era un Mayombero que se llamaba “Sebastián” mi búsqueda fue inútil, pero ya en el año 2010 y buscando la historia real del conde de Bayona, resultó ser que ese trapiche estaba ubicado en Santa María del Rosario, específicamente en el mismo lugar donde las ruinas eran tapadas por el Marabú, entre las barracas de la unidad militar y el polvorín, allí corría un pequeño riachuelo que venía desde debajo de la loma, detrás de la loma estaban las canteras de la Margarita, e aquí lo importante de la historia. Cuando yo tenía 9 años vivía en el reparto de Lotería en el Cotorro, me fui sólo a buscar Guayabas en una sembradío al lado de la cantera la Margarita, decían que existía un remolino que se formaba de pronto y se tragaba a los que se bañaban allí, me dio la loca idea de tírame a la laguna y darme un chapuzón desobedeciendo las advertencias de mi padre, cuando me decidí a hacerlo apareció un muchacho y me dijo que a él le tocaba primero lanzarse, yo cómo era más grande que yo y para evitar lio lo dejé, el muchacho se lanzó, cuando yo lo fui hacer un negro muy alto estaba parado frente a mí y me dijo muy bravo “No te tires” me dejó paralizado, de momento un remolino comenzó a tragarse al muchacho y desapareció, yo espantado salí huyendo para que mi padre no supiera que yo estaba allí, él me lo había advertido antes, la historia sigue pero es más larga. Ahora ¿Quién era el negro alto y sucio que me impidió lanzarme a la laguna y quién era el muchacho que se ahogó? Hoy día concuerdo en algo, ese mambo de palo monte que dice “Sebastián, buey suelto, mi Ngando está suelto en la sabana” pero para su mayor asombro, jamás se supo en esos días de algún muchacho desparecido ni cuerpo alguno en la laguna, alguien dijo que muchos años atrás unos 10 años un joven de 16 años se había ahogado allí, pero ningún otro después, por lo menos hasta 1965 que ocurrió este hecho, significa, que tanto el hombre negro sucio y el joven, sólo existieron en mi presencia y aparecieron para quizás salvar mi vida a mis 9 años de edad. En el año 2004 quise convertir esa zona en tierra santa sagrada de las religiones afrocubana Yoruba y Bantú fabricando una ciudad al estilo Vaticano, pero fracasó el proyecto, en el año 2011 ya tenía todo listo, pero según el FBI alguien que formaba parte del equipo de trabajo para ese proyecto le dijo a una banda de asaltantes que yo tenía 5 millones de dólares en mi casa para llevar a Cuba, asaltaron mi propiedad, y todo terminó con 4 muertos, se volvió a frustrar, al parecer Sebastián no quiere que yo me acerque a esa zona o que viaje a Cuba, le he obedecido y jamás desde el año 2003 he vuelto a la isla. Maferefun Eggun.
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Del AutorSpirit Healing With Nature Iglesia de Dios de los Estebanistas. Archivos
Septiembre 2020
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